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miércoles, 18 de julio de 2018

PUDIN EN CAPAS DE MANZANA EN HORNO

No soy humano, lo sé, soy una simple máquina

No tengo sentimientos, no hablo, no tomo decisiones. Nada

Estoy al servicio de mis humanos

Me instalaron cuando compraron este piso. Fui prioritario en sus vidas y lo sigo siendo, o eso espero

Siempre me he sentido valorado. En cualquier época me utilizan. Nunca les he dado problemas. Incluso hablan de mi con sus amigos, diría que hasta se sienten orgullosos de tenerme

El primer pensamiento, cuando llegan a casa, es para mi

En invierno les doy calor y les protejo de las inclemencias que viven fuera. En verano, les alivio de los calores y les doy un respiro

Soy perfecto para una pareja hogareña como ellos

Los he visto crecer juntos. La ilusión de los primeros meses, las reconciliaciones por enfados tontos

Son mi familia

Lo sé, lo sé, solo soy un aire acondicionado que ni siquiera debería pensar

Si fuera humano me diagnosticarían una depresión

Mis humanos venden el piso

Marchan a un piso más grande, nuevo, seguro que ya no me necesitan. Les he dado mis mejores años

¿Quién se molestaría en descolgarme y llevarme con ellos?

Se habrán comprado un aire acondicionado nuevo, moderno, de última generación, más potente, de esos que apenas de notan, con líneas armónicas, absolutamente silencioso, máxima eficiencia, respetuosos con el medio ambiente, con autolimpieza...

Con cinco años de vida cómo puedo competir con todo eso

Si me dejan aquí, me partirán el corazón. Me angustio solo de pensarlo

¿Estarán orgullosos de mi mis próximos humanos, me cambiarán los filtros periódicamente, me utilizarán todo el año? ¿Y si ni me conectan?

Y si me toca una de esas personas que no soportan los aires acondicionados, de aquellas que se les reseca las fosas nasales o tienen una garganta tan delicada que preferirán no encenderme, que dejará mi mando perdido en cualquier rincón, sin pilas, sin vida

Les oigo hacer cajas y más cajas y mi congoja va en aumento

Estos días de tanto trasiego se han olvidado por completo de mi

Y de pronto oigo a mi humana, con esa voz suya tan dulce, decir unas palabras mágicas

Habla de mi mando, dice que no recuerda en qué caja lo ha guardado

Siento tanta alegría que si pudiera me pondría a funcionar solo, levantaría mi alerón y soltaría una suave ráfaga de aire

Aliviaría su cansancio, secaría el sudor de sus frentes

Si no fuera porque pudieran pensar que ha empezado a fallar dejaría caer dos o tres gotas de agua a modo de lágrimas

Pero no puedo tentar a la suerte

Ahora solo pienso en cómo será mi nuevo hogar

PD Esta historia es fruto de mi mente trastornada por el calor










INGREDIENTES

3 manzanas
2 huevos
100 ml de leche
70 g de harina
50 g de azúcar
30 g de mantequilla blanda
1 cucharadita de levadura
La ralladura de 1 limón
1 pizca de sal


ELABORACIÓN

Batir los huevos con el azúcar hasta blanquear
Añadir la mantequilla y la ralladura de limón
Batir

Añadir la leche poco a poco, sin dejar de batir

Tamizar la harina, la levadura y la pizca de sal

Añadir la harina a la masa
Remover con una espátula con movimientos envolventes

Pelar y descorazonar las manzanas
Cortar en láminas

Añadir a la masa anterior
Mezclar con cuidado de no romper las láminas

Verter la masa en un molde alargado no muy grande
Pulverizar con spray desmoldante

Horno 35-40' a 180º, con calor arriba y abajo
Pinchar para comprobar que está hecho

Dejar enfriar en el molde

Receta adaptada de Tres Tenedores





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