Páginas

viernes, 29 de septiembre de 2017

ARROZ CALDOSO DE CARRILLERAS DE CERDO EN OLLA GM D

No puede negar que cuando su marido la dejó por otra el día de sus boda de plata creyó morir

Pasó por todos aquellos sentimientos por los que todos pasaríamos en una situación así

Pero sobre todo sintió incredulidad, eso era. No podía creer todo aquello. Analizaba una y otra vez su vida y los últimos meses. Y no encontraba nada le hubiera hecho sospechar

Él trabajaba mucho, pero en aquella época del año siempre tenía mucho trabajo

Los nervios, el cambio de restaurante, el no querer celebrarlo con sus hijos, con la familia y amigos

Eso si que la hubiera tenido que hacer sospechar

Él no era un tipo que supiera improvisar o que cambiara de costumbres

Pero claro, aquel día ella estaba tan emocionada. Peluquería, maquillaje, vestido nuevo. Ella y su marido, como si no hubiera pasado el tiempo. Solos y enamorados

Ahora creía que había leído demasiadas novelas románticas, con todo aquello de reavivar la llama del amor, reconquistar a tu marido en un par de páginas

Ya habían pasado unas semanas y lo único que hacía ahora al recordarlo era sonreír

Sus hijos venían a consolarla, sus padres, sus amigos

Pero ella no necesitaba consuelo. Ni compasión, ni miradas de pena y lástima

¿Sabéis lo que sentía? Paz. Una tranquilidad pasmosa. Se sentía bien

Le insistían que tenía que llorar, que tenía que sacar de dentro toda la rabia

Lloró dos días, exactamente dos días. Cuarenta y ocho horas. Y sintió rabia los mismos dos días en que estuvo llorando

Claro que se hacía preguntas, pero se las hacía por la necesidad de entender. De entenderse ella misma

Así que los que la querían andaban todo el día pululando inquietos, preocupados, a su alrededor y ella tan feliz

Al fin y al cabo, ella no iba a cambiar su vida. Seguiría leyendo, disfrutando de su jardín y de sus plantas. Sus hijos seguirían visitándola

Aunque, ahora que lo pensaba, si, su vida si que cambiaría

No tendría que estar pendiente de los horarios de su marido

No tendría que planchar infinidad de camisas, todas iguales y perfectas

No tendría que pensar en las comidas justas de sal, sin pasarse de grasas y de tantas puñetas

No, si aún había salido ganando. ¡Vaya que si salía ganando!

¡Con lo bien que había estado desde que se fue!

Y si en algún momento perdía la alegría...ya encontraría alguien que se la devolviera...










INGREDIENTES

3 carrilleras de cerdo
200 g de arroz
Medio pimiento verde
Medio pimiento rojo
1 cebolla
1 puerro
1 zanahoria
2 cucharadas de tomate frito
1 litro de caldo de carne (o bien 1 litro de agua + 1 pastilla de caldo de carne)
200 ml de vino blanco
Sal
Pimienta
Aceite


ELABORACIÓN

Cortar las carrilleras en trozos pequeños
Salpimentar

Picar toda la verdura en trozos grandes

En la cubeta poner un poco de aceite
Sofreír la verdura hasta pochar lo justo

Añadir la carne, el tomate frito, el caldo y el vino

Menú Cocina 15 minutos
Dejar despresurizar sola

Retirar la carne
Reservar

Triturar la verdura con el caldo

Volver a poner el caldo colado en la cubeta
Añadir el arroz
Añadir la carne
Rectificar de sal

Menú Cocina 6 minutos
Despresurizar manualmente


Receta adaptada de Bilyrecetas

Consejos de La Farsa

*He utilizado carrilleras ibéricas. Vienen sin hueso. Le pedí a la carnicera que me las cortara 
*El caldo es muy consistente, así que despresurizar enseguida y remover. Si queréis dejarlo reposar, que sea fuera de la olla y poco tiempo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

DEJA AQUÍ TU COMENTARIO... ¡LA FARSA ES RÁPIDA!