Siempre intentaba sorprender a sus amigos con platos que sabían que les gustarían
Así que cuando se reunían y le pedían que llevara algo ella se sentía feliz y no dudaba en hacerlo
Estaba atenta a cada conversación que se producía a su alrededor, por muy insignificantes que fueran, ella siempre conseguía información importante: a Silvia no le gustaba el queso, Sonia se moría por un dulce, Marisol se relamía con unos buenos callos, la debilidad de Daniel eran los quesos, Ana disfrutaba con unos pinchitos en salsa, la perdición de Carmen eran las ensaladas y así toda una lista infinita de todas sus amistades y sus preferencias culinarias
No necesitaba apuntar nada. Para estos detalles no necesitaba hacerlo
No era una persona que destacara en ninguna reunión, no tenía demasiadas habilidades sociales
Por el contrario, pasaba bastante desaparecida
Pero cuando alguien tenía hambre ayyy, entonces brillaba con luz propia
Todos sabían que si ella estaba invitada siempre comerían varias cosas sabrosas, siempre diferentes, siempre sorprendían
Durante las comidas o cenas todo eran exclamaciones: ¡qué bueno! ¡qué rico! ¡te has superado! ¡ummmmm! ¡qué manos tienes! ¡deberías poner un restaurante! ¡por favor, adóptame!
Luego todo volvía a la normalidad
Mientras volvían las conversaciones a su alrededor, ella sonreía sin saber muy bien en qué grupo quedarse
Casi apartada de todos, ella no tenía habilidades sociales
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