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viernes, 26 de octubre de 2018

ESPAGUETIS CON ALBÓNDIGAS EN OLLA GM D

Cinco años ya. Habían pasado sin darse cuenta


El primero había sido el más duro. Ni ella misma podía creer lo que había sido capaz de hacer

Como le decía al psiquiatra, no se arrepentía, nadie se puede arrepentir de lo que ha está hecho. Que no estuviera arrepentida no significaba que aquello había estado mal y aún no sabía cómo había podido hacerle todas aquellas cosas a aquel escritor

La bibliotecaria asesina, la llamaron

Todo el país la odió. Durante meses no se habló de otra cosa. Diseccionaron su vida a cachitos. Todo el mundo que la conocía, o decía conocerla, desfiló por todas las televisiones

Las muestras de dolor e incredulidad se propagaron por todo el país. Había sido asesinado uno de los escritores más queridos, con un éxito consolidado y un futuro aún más prometedor

Sus libros se vendieron mejor que nunca

El primer año, no le dejaron leer absolutamente nada. Además le retuvieron toda la correspondencia

Durante todo un año solo habló con el psiquiatra. Solo salió de su celda una hora al día, para ir al patio, sola

No veía a nadie más que a los funcionarios y al psiquiatra

Luego, poco a poco, la dejaron que se relacionara con algunas presas. Empezó a trabajar en la lavandería, a participar  en talleres de formación de todo tipo. Ahora ayudaba en la cocina

Cuando acabó el primer año y la dejaron hacer actividades, se dio cuenta de lo solitaria que había sido su vida. Aprendió a relacionarse, cosa que no había hecho en toda su vida

La timidez no había desaparecido, claro que no. Pero allí no se podía esconder, no podía eludir la compañía permanente de las otras presas

Aprendió a reír sin vergüenza, a llorar acompañada, a no juzgar a nadie por su pasado

Cuando el psiquiatra le comunicó que ya podía usar la biblioteca, no le interesó. No necesitaba ficción, quería vivir y respirar la realidad que la rodeaba

Aún se maravillaba de mirar a los ojos a aquellas mujeres que convivían con ella, a sentir por aquellas personas cosas reales, emociones reales

El mismo día que le dieron permiso para usar la biblioteca, le entregaron cientos de cartas

El psiquiatra la preparó todo lo que pudo para aquel impactó

No se extrañó de las cartas que eran puro odio y que le deseaban lo peor

Lo que la sorprendió realmente, fueron aquellas en las que le decían cuánto la admiraban por lo que había hecho, las de aquellas personas que le decían que querían conocerla

Hombres y mujeres. Le explicaban su vida, le enviaban regalos

Los primeros meses se sintió emocionalmente desbordada

Cuarenta años anhelando que alguien la considerara su amiga, anhelando oír confidencias, sentir que era alguien, un ser humano. Y había tenido que descuartizar a un hombre para saber que lo era

La correspondencia había menguado. Ya solo recibía una treintena de cartas al mes

Ya solo le escribían los incondicionales. Aquellos con los que había consolidado una amistad epistolar a lo largo de aquellos cinco años

Y se había enamorado

En el último año, había aceptado conocer a un hombre que la había conquistado palabra a palabra

Ya se conocían, había tenido con él unos cuantos bis a bis. Ya eran una pareja, en la distancia, pero una pareja. La que nunca había tenido, ni había creído que pudiera tener

Descubrir la amistad, el cariño, ya había sido increíble para ella. Descubrir el amor correspondido, la había convertido en otra persona

Cinco años ya y ha llegado su primer permiso

Cuarenta y ocho horas para volver a ver el mundo

No tiene demasiada curiosidad, solo quiere vivir unas horas con normalidad junto al hombre que quiere

Él le tiene preparada una sorpresa

Será una cena romántica, una salida al cine. Cualquier cosa que ella le haya podido insinuar que le gustaría

A pesar de la timidez y de la cautela, está emocionada. A pesar del horror que cometió, sabe que ahora puede tener una vida normal

¡Se perdió tantos años!

Todo se precipita en un minuto

Están cenando en el piso de él. Todo es perfecto

Él está impaciente. Apenas puede esperar a acabar los postres, cuando corre a por la sorpresa

Mientras le entrega un paquete envuelto no para de hablar

Parece un libro, si, lo es

Empieza a comprender, quiere que calle

Pero él sigue hablando entusiasmado

Por fin lo ha conseguido. Su primera novela. Cree que será un éxito. Necesita que ella sea la primera en leerla, en darle su aprobación

A ella se le nubla la vista. Lo mira fijamente. Se le desdibuja su cara. Los recuerdos se le amontonan y el pasado la golpea en el centro de su pecho

En un segundo, se da cuenta que no puede huir de lo que es, de lo que fue

El destino la pone en su sitio de la peor de las maneras

A las setenta y dos horas, la encuentran sentada en aquel piso

Lleva muchas horas sin moverse

Hay tanta sangre que creen que está herida, pero saben quién es y se temen lo peor

Y lo peor ha ocurrido. Lo peor está en la habitación de al lado

La historia se repite

PD Todos mis relatos son ficción

Tercera y última entrega







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-"espaguetis albóndigas olla gm"



INGREDIENTES

500 g de carne picada. Cerdo y ternera
500 g de espaguetis
1 huevo
1 cucharada de perejil
20 g de queso parmesano rallado
1 bote de tomate triturado de 800 g
Aceite
Orégano
Albahaca
Pimienta
1 puñado de piñones tostados
Pan rallado
1 Cucharadita de sal


ELABORACIÓN

Para elaborar las albóndigas

En un bol poner la carne picada, los piñones tostados, el huevo batido, el perejil, la sal, el parmesano y una pizca de pimienta

Con las manos amalgamar todos los ingredientes
Si queda muy blanda la masa, añadir un poco de pan rallado

Formar las albóndigas con las manos húmedas

Poner aceite en la cubeta
Menú Cocina
Dorar las albóndigas por tandas. Reservar

Mientras cocer la pasta siguiendo las indicaciones del fabricante

Para la salsa

Poner el tomate en la cubeta
Menú Cocina con tapa abierta
5' removiendo
Si salpica, colocar una tapa de cristal

Pasados los 5' de cocción del tomate, añadir las albóndigas
Remover
Menú Cocina 2'

Añadir la pasta
Remover

Servir con parmesano espolvoreado

Receta adaptada de la revista Love Cocina nº64 pág.94

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