Solo necesitaba un minuto de silencio, tan solo un minuto
Un minuto para pensar
Su propia respiración le estallaba en los oídos, en la cabeza
No podía pensar
Si corría sin sentido no saldría de allí, de aquella oscuridad, de aquel terror que estaba viviendo
Pero no podía pensar, su propia respiración ahogada y los latidos del corazón se lo impedían
No podía estar mucho más tiempo detrás de aquel árbol, él estaba muy cerca
No podía volver a aquel zulo. Escaparse le había parecido imposible y ahora que lo había conseguido, no podía volver, de ninguna forma
Como tantas veces lo había pensado, prefería morir
Su familia ya no la esperaría, la habrían dado por muerta después de tantas semanas. Nadie la estaría buscando
Y ahora la esperanza volvía como una pequeña brecha por la que meter un dedo
Pero tenía que seguir luchando, ahora más que nunca
Los primeros día lo había hecho. Luchaba con patadas, arañazos, bocados, al menos lo intentaba
Después de días de violencia, su voluntad se había quebrado
Una solo oportunidad para salvar su vida de aquel loco que la había llevado a aquel lugar, que la había retenido contra sus deseos, que no conocía de nada, que la había utilizado a su antojo, como un deshecho y que ahora la seguía por aquel bosque como si fuera una presa fácil
Hacía muchos días que se había dejado vencer, ahora no lo haría
Debía seguir corriendo, sin error, hacia una carretera, encontrar una casa
Correr, no parar hasta estar a salvo
Solo era una niña, hasta que se la llevó aquel loco no había sabido lo que era sufrir
Si pudiera oír más allá de su respiración...
Sigue corriendo, debes seguir corriendo, es tu única salida, la única posible
Pero está tan cansada, tan débil, y su respiración, no consigue acompasar su respiración
Levántate, sigue corriendo, busca una salida como buscaste la salida de aquella casa
Ya pensarás después, más tarde, cuando estés a salvo...
Receta relacionada AQUÍ

No hay comentarios:
Publicar un comentario
DEJA AQUÍ TU COMENTARIO... ¡LA FARSA ES RÁPIDA!